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Hermoso, inspirado, inteligente y desopilante trabajo de este quinteto de creativos que busca con lucidez, humor, poesía poner en evidencia un estado de cosas que requiere de debates, transformaciones y alternativas.Un soplo de aire libre, poético y político el de esta ballena.
No puedo dejar de pensar que debería haber muchos Espacios Transicionales, donde los seres humanos podríamos devenir sujetos libres, creativos, valorados.
El proyecto cuestiona en manos de quien está homologar obras de arte y pone a trabajar esa idea con la de los migrantes, las personas que buscan una mejor situación para sus vidas.
Proponen un Espacio Transicional Migratorio Artístico de Homologación Institucional, un transatlántico con forma de ballena, destinado a transformar migrantes de los países pobres en obras de arte que serán llevados a los países receptores del norte. Estos reciben obras de arte valiosas pero no inmigrantes. Esto sucedería a través de distintas etapas en las que participarían “curadores”, especialistas, maestros, alquimistas, y concluiría con el Pasaje que los instituiría como obras de arte.
Dos puntos interesantes que regirían la figura del devenido en objeto de arte son:
-Tras el ritual de Pasaje, la obra artística deberá elegirse un nombre, que deberá figurar en el pasaporte de la nación a la que arribe para mostrarse en un museo o fundación. “No vamos a admitir que se le ponga ‘Sin título’, porque eso daría lugar a una serie de problemas y además evidenciaría una falta de imaginación”,
-el contrato subraya que la persona-arte deberá cobrar un sueldo no inferior al del director o curador a cargo del museo en que se exponga. “Consideramos que una obra de arte, por su importancia, no puede tener un sueldo inferior al de aquellos que dirigen el lugar”.
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