Así, en un florero, tan inoperosas...
Ellas, tan insistentemente vinculadas a los trajines de la vida, nacimientos, festejos, entierros; puestas en un florero adquieren una presencia mistérica. Dice Agamben# que lo que hacían los iniciados en la noche eleusina siempre es expresado con el verbo "ver"
De ahí la pertinencia del nexo entre misterios y pintura.
¿Iniciación a qué?, a la vida misma, a la ausencia de misterio. Perderse en lo humano para reencontrarse en lo viviente y viceversa.
#La muchacha indecible - Giorgio Agamben
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